HASTA PRONTO WOLFI
Sé que ahora voy a tener que enfrentar las horas,
las horas que me quedan tejidas tras tu ausencia.
Sé que ahora se revelará una verdadera soledad,
y ya no tendré con qué cubrirla…

¿Cómo algo tan pequeño puede ocupar tanto espacio dentro?
Aquí dentro, hasta en donde se guarda un secreto,
todo; absolutamente todo estaba impregnado y armado de vos.
De tu ternura, de tu compañía generosa y tu presencia silenciosa.

Hoy, finalmente, caminé acelerado unas cuantas cuadras,
quizás sabiendo que no volvería a verte,
y me pregunté si te había abrazado suficiente,
si habíamos estado juntos lo suficiente…

No lo sé… Porque te arrebataron de mí
¿pero quién? Quizás la vida, el destino, el tiempo
Y me muerdo la bronca de la certeza de que no llegaste
a ese campo de flores donde te querìa envejecido…

No llego a entender;
ni quiero,
ni sabré,
ni podré.

Sólo me quedo mirando esta casa,
pensando que aparecerás,
que seguiremos transitando las horas del día, del tiempo…

Aunque lo más justo en honor a tu alma salvaje
sería agradecer; poder hacerlo realmente
tu disfrute, tu paciencia, tu compañía
que tanto me han dicho, que tanto me han salvado

Gracias, amigo mío,
Gracias por estos 14 años,
Por ser maestro, compañero.

Te he dado la mejor vida que pude.
Y te agradezco que me hayas elegido para estar en la tuya.

En mí estarás siempre, mientras pueda recordar,
como aquel perro con los ojos más honestos,
con la insistencia más tierna,
con las patas más cortas.

Gracias Wolfi.
Ojalá te hayas sentido amado como yo me he sentido por vos.
Porque había algo en tu forma de estar que supera cualquier generosidad que naciera de mí. Había algo único y profundamente sabio de tu existencia dentro de la mía.

Vos y yo,
SIEMPRE JUNTOS.